TRUCO VIRAL
El truco de Silvia Ruiz para lograr que las mascarillas hidratantes se adapten a tu rostro
La influencer de belleza Sylvia Ruiz nos regala un truco fácil e infalible para que las mascarillas faciales no queden arrugadas. Con unas tijeras y tres pequeños cortes, la mascarilla quedará bien pegada en tu rostro y sin relieves.

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Si eres fan de las mascarillas faciales, esas que vienen empapadas en sérum y prometen milagros, seguro que te has encontrado con el mismo problema que muchas: ¡qué difícil es que queden perfectamente planas!
Burbujas, pliegues y arrugas que impiden que el producto haga su magia de forma uniforme. Pero hemos descubierto un truco que te cambiará la vida, cortesía de Sylvia Ruiz, influencer de belleza que sabe mucho de esto.
El secreto de Sylvia Ruiz
La influencer de la belleza, con 715 mil seguidores en Instagram, ha compartido un tip que se ha vuelto viral y que, honestamente, es pura genialidad. Olvídate de los malabares y los intentos fallidos por alisar la mascarilla en tu rostro.
El secreto está en hacer unos cuantos cortes estratégicos. Sí, ¡has oído bien! Cortar la mascarilla para que se adapte como un guante a cada curva de tu cara.
Los tres cortes mágicos
Te preguntarás cómo se hace… Es más sencillo de lo que parece y solo necesitas unas tijeras. El truco se basa en tres cortes clave que permiten que la mascarilla se superponga ligeramente, eliminando así los pliegues.
- Primer corte, en el entrecejo: Haz un corte en la zona del entrecejo, separando la mascarilla en la zona de la frente y nariz. Esto permitirá que la parte superior de la mascarilla se ajuste mejor a la frente.
- Segundo corte, bajo la nariz: Realiza un corte vertical justo debajo de la nariz, en la zona del bigote. Este corte es crucial para que la mascarilla abrace mejor la zona del labio superior y las aletas de la nariz, donde también suelen formarse pliegues.
- Tercer corte, en la barbilla: Finalmente, haz un corte en la parte central de la barbilla. Esto permitirá que la mascarilla se adapte a la curva de tu mentón y la línea de la mandíbula.
¿Por qué funciona?
La lógica detrás de este truco es impecable. Al hacer estos cortes, la mascarilla se convierte en un puzzle adaptable. Las secciones cortadas pueden sobreponerse ligeramente, permitiendo que el material se amolde a las distintas dimensiones de tu cara.
El resultado es una aplicación lisa, sin burbujas ni dobleces, que garantiza que cada milímetro de tu piel reciba todos los beneficios del sérum de la mascarilla. Es una solución sencilla, pero efectiva, que maximiza la absorción del producto y te deja la piel radiante.
Así que ya sabes, la próxima vez que te pongas una de estas mascarillas, ¡tijeras en mano y a probar este truco! Tu piel te lo agradecerá.
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